Proyecto Didáctico

El disfrute de cualquier obra de teatro pasa, si se desea de verdad profundizar en ella, aprender, reflexionar... por conocerla: el autor; su momento histórico, social y artístico; sus inquietudes y motivaciones; su obra y su significado. Esto es así con cualquier obra literaria (y, nos atrevemos a decir, con cualquier obra). Además, creemos que la posibilidad de visionar una obra teatral, de verla bajo el prisma de la puesta en escena escogida, viene a enriquecerla.

El caso de "Platón, el esclavo filósofo", es particular, porque desde el primer momento se aprecia que todo lo utilizado para situar y dar carácter a sus personajes, para apoyar y hacer avanzar la trama, ¡lo hemos estudiado en bachillerato! ¿No podría esta pieza ser un elemento más de apoyo para los estudiantes de filosofía del último curso de bachillerato? Pensamos, incluso, que pueda ser un aliciente, una fórmula que aproxime más al alumnado, por su carácter lúdico e ingenioso, a determinado momento histórico, a determinados contextos filosóficos y artísticos que ilustran la época que tantos grandes filósofos compartieron, y que es tan fundamental en las raíces de nuestra cultura. Pero es más, porque lo importante aquí no es la filosofía de Platón, sino el paralelismo con nuestro actual momento de transición cultural: Internet, con todos los contenidos y todas las herramientas que pone a nuestro alcance, está propiciando una nueva revolución cultural, tal vez la más drástica y veloz de la historia humana. 

Presentamos a continuación las principales cuestiones que pensamos que esta obra ilustra, de tal forma que fácilmente mueve a la reflexión y al debate: 

  • Internet y los almacenes de información: ¿datos o conocimiento?
  • Piratería intelectual: ¿Derechos de autor o dominio público?
  • El profesor "de verdad": ¿en extinción? La importancia de la enseñanza-aprendizaje dialógico.
En principio, consideramos que los niveles óptimos del alumnado-público van de cuarto de ESO a segundo de Bachillerato. Las materias implicadas son, por un lado y claramente, la historia de la filosofía, junto con otras cuestiones propias de asignaturas que se imparten desde el departamento de filosofía de nuestros institutos: ciudadanía, ética, etc., aunque la historia, la historia del arte, la literatura... no desmerecen.


Enfoques de uso de la puesta en escena de "Platón, el esclavo filósofo".


1.- La excusa para aprender más; aprender más para aprehender lo sustancial.

Lucius Etruscus, el autor de "Platón, el esclavo filósofo", incorpora al final de su obra una serie de explicaciones y consideraciones sobre las palabras clave del texto, su historia, los personajes implicados, sus usos... Está claro que investigó mucho, y que impregnó todos los diálogos de sus simpáticos personajes de todo el saber que acumuló. Él mismo escribe: 

"Esta que sigue es una obra de pura ficción, pero estrechamente ligada a evidencias históricas. Cada personaje citado (exceptuando a Ignacio) ha existido realmente, así como cada título de libro, con su correspondiente destino, es absolutamente verídico; las anécdotas y las curiosidades referidas encuentran su correspondencia en los autores antiguos, y asimismo, las opiniones de los personajes están documentadas: cada cita declamada, aun pudiendo parecer increíble, se ha extraído de los textos originales..." (Trad.: V. B.)

Papiro Teatro, a partir de los esfuerzos de investigación que conllevó la traducción, se ha ocupado de recolectar y ampliar toda la información útil que, de una forma u otra, aparece en los diálogos del texto. Y también toda la información útil que justifica la puesta en escena, el decorado, el vestuario y los elementos de atrezo. De esta forma, la puesta en escena no solo muestra, sino que informa, y por ello forma.

Toda la información se puede encontrar volcada en las entradas de este blog, organizadas por categorías, y también por temas en las pestañas que facilitan la navegación por temas. A disposición no solo de los alumnos, sino de cualquier lector y del público que acuda a su representación.

2.- Del escenario al público (Teatro-forum; teatro y coloquio; teatro-debate...)

La idea consiste en ver la representación teatral, y continuar con un diálogo:

profesores-público

Conociendo, lógicamente, los contenidos de la obra, los profesores pueden dar buen uso de ella en un coloquio, incluso un debate, a posteriori. En este caso, a ellos pertocaría escoger los puntos clave a tratar. En cualquier caso, Papiro Teatro dispone de un dossier-guía de trabajo para los profesores que lo deseen.

actores-público

La interacción entre los miembros del grupo de teatro y el público (sobre todo con público joven, en edad de aprender, comprender, reflexionar e interiorizar las propias conclusiones sobre el mundo que le rodea), puede ser la forma de redondear el significado de un texto dramático. Cuestiones técnicas, literarias, o de opinión personal (choque intergeneracional). ¿Qué aporta el actor al personaje? ¿Cómo lo ha interpretado y por qué lo ha hecho así? ¿Cómo se comportaría ese personaje en la actualidad? ¿Cómo se entiende el mundo representado, tanto desde el punto de vista de cada miembro del grupo como desde el punto de vista del joven espectador? ¿Cuántas preguntas y opiniones pueden lanzarnos desde la butaca? ¿Podemos nosotros a la vez interpelar al público y pedirles su visión de la situación dramática representada?

3.- Del público al escenario (Documentación + representación)

La idea parte de la base que ver teatro no es una experiencia pasiva. Retemos al público: démosle información y pidámosle elaboración. ¡Que se prepare para ser un público crítico, comprender mejor y reflexionar con nosotros, cuando vea la obra sobre el escenario!

Papiro Teatro dispone, también en este enfoque, de líneas de orientación en su dossier-guía de trabajo para los profesores, con las cuestiones, los temas, las informaciones... útiles para preparar el visionado de la obra, de donde podrán escoger lo que quieran tratar en cada caso. Básicamente, se trata de fomentar el interés por la literatura, el teatro en particular, y también, naturalmente, la historia y el arte que rodea la obra, por no hablar de las cuestiones de orden ético, haciendo que los chicos se preparen para ser espectadores: hay que estudiar algo sobre la obra y su contexto, tal vez algo más sobre lo que el profesorado quiera destacar y trabajar con la representación, y luego elaborarlo (redacciones, ilustraciones, lecturas, carteles... Los alumnos podrán aumentar el interés por lo que van a ver a medida que se aproxima el evento, y dispondrán de más elementos para un eventual coloquio posterior.


Participación como figurantes

Los alumnos pueden formar parte de los figurantes en esta obra: uno o dos de ellos, no importa el género, pueden ser "otros esclavos" que, eventualmente le acercarán las zapatillas a algún personaje, o le ayudarán a quitarse o ponerse el himatión, o le traerán el vino y el plato de fruta a la mesa... Solo hará falta prepararlo un poco, hacer caso del guión de esclavos (un papiro redactado a tal efecto), y vestirse con un quitón de esclavo. 




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